El estrés no es bueno ni es malo.  Es una medida adecuada que nos ayuda a estar en un estado de atención y concentración para realizar actividades importantes.  Cuando el estrés crece, no podemos dejar que nos cause angustia ni que nos haga daño.

Cada familia debe hablar de estrategias que le ayudan a manejar el estrés en situaciones difíciles de la vida.